sábado, 28 de abril de 2007

El lugar: segunda parte (pre selección)

De las imágenes que obtuve en esta segunda parte, pre seleccioné las siguientes:



El personaje está mirando o quizás aproximándose a la puerta, desde un costado, con desconfianza o con miedo, con incertidumbre y temor de lo que puede haber del otro lado. La manija está caída, lo que implica la posibilidad de que alguien del otro lado la esté abriendo. También está muy cerca el agujero de la cerradura, lo que puede suponer una intención de espiar.




Se puede ver un contexto considerablemente amplio, pero que sin embargo está fuera de foco, opacado totalmente por lo que sí está en foco. Ese entramado de sogas deshilachadas y ganchitos, con sus curvas y sus líneas, forman una imagen que es percibida como amenazante, que inspira algún tipo de peligro. Quizás hasta una sensación de que las sogas se van a seguir extendiendo y alcanzar al observador.


Esta imagen al observarla resulta tenebrosa, en esa mezcla de cartulinas y colores con la llave de gas y las estufa, y aparte los ojos de esa cara que parecen mirar desde una posición de dominio, como si fuera a venirse encima del observador.
Aparte de esto, tiene un lado más conceptual, y tiene que ver con el nombre que resalta en la imagen: “Dante”. Este nombre lleva a pensar en Dante Alighieri y en su “infierno dantesco”, concepto con el cual se suele relacionar lo macabro, horroroso, sobrecogedor… y también lo exagerado. La exageración es una parte de la visión de un paranoico. Por otro lado, el infierno dantesco y el infierno en general están íntimamente ligados a la idea de fuego, de calor, lo cual relaciona con la estufa de la imagen.


Se ve claramente que el observador está escondido, que mira con miedo, con desconfianza, si atreverse a salir. Considera a los objetos que lo rodean como amenazas.
Por otro lado, la imagen muestra un rasgo cultural distintivo de la sociedad en el que ese jardín está inmerso, y da un dato más sobre cómo es la gente que lo habita: el mate.


La sensación de ser mirado, observado, del personaje, es lo que predomina en esta imagen. Los anteojos que salen de la caja son muy explícitos, y el personaje que mira desde el fondo enfatiza, aparte de dar un tono un tanto tenebroso por el tipo de mirada que es. El hecho de que la caja de atrás sea de dibujos animados en 3D es un dato temporal y cultural.

El lugar, segunda parte (un poco más...)

Volví a sacar fotos con las críticas de las últimas en mente. Éstas fueron, por un lado, que las imágenes son en planos tan cerrados que se pierde el contexto y el contraste que en un principo había logrado entre lo tenebroso y el hecho de que en definitiva sigue siendo una sala de jardín. Y por otro, que tendría que captar en las imágenes, contar a través de ellas, el cómo es la gente que habita ese espacio, desde lo cultural, social, sus hábitos, de dónde vienen, etc. Y esto, sin perder el punto de vista..... je.
Esta vez amplié más el concepto de la mirada desde la paranoia. Es decir que no me centré ni en el esconderse, ni en el hacer peligrosos a los objetos. En cada foto considero que se ve algo diferente, sin perder la noción de ser la mirada de la misma persona (o personaje). Así, dependiendo de la imagen, se ve el sentirse observado, la desconfianza de lo que lo rodea, el esconderse, el ver como amenaza determinadas cosas, el imaginar potenciales peligros, la intención ajena de atacarlo.

















jueves, 26 de abril de 2007

El lugar, segunda parte: el punto de vista

Ahora, la idea es ir a sacar fotos pero desde otro punto de vista, como si fuéramos otra persona, un personaje. Ver las cosas desde otro lugar.
Mi punto de vista es el de un paranóico. La paranoia es básicamente un transtorno de ideas delirantes. El enfermo produce un quiebre con la realidad y crea otra nueva dentro de su mente. La temática del delirio es el perjuicio. El sujeto se siente víctima de las acciones de una o de varias personas o de una institución, cree que actúan en su contra con ánimo de perjudicarlo, con un entramado argumental comprensible, pero no real, con el que intenta justificar su delirio.
La primera vez que fui a sacar fotos con el punto de vista, me centré (y me cerré) en la idea de que el paranóico es una persona que desconfía de todo lo que ve, y que por lo tanto se esconde, mira de reojo, percibe el peligro y no se acerca. Al tener tan metida la idea del esconderse, siento que las fotos me salieron muy similares, porque usé un sólo recurso y lo agoté (y me agoté).
























La segunda vez que fui a sacar fotos con el punto de vista, dejé un poco de lado el tema de esconderse del personaje, y pensé más en la idea de ver objetos cotidianos como peligrosos, una mirada distorcionada de lo que son realmente. De esta manera, encontré más variedad y más posibilidades visuales. Si bien esa peligrosidad no se aprecia de igual forma en todas las imágenes, sí creo que por lo menos producen al observarlas una inquitud, un especie de desequilibrio con la realidad.
















jueves, 19 de abril de 2007

El lugar

En esta segunda vez que fui a sacar fotos, ya tenía una dirección mucho más definida en cuanto a la búsqueda, entonces pude profundizar un tema en particular, que es el que surgió después del primer relevamiento. Así, me centré en las imperfecciones, lo tenebroso, lo decadente del lugar; que hace particular a esta sala de jardín y la diferencia del resto, o por lo menos de como en teoría debería ser una sala de jardín (inocente, alegre, segura, etc).
Al sacar las fotos, tuve todo el tiempo muy presente el tema de los encuadres. Me dí cuenta de que me cuesta mucho poder equilibrar entre una foto en la que simplemente presente un objeto y no diga nada más que eso; y una foto en la que tratando de mostrar mi punto de vista y mi forma de ver el objeto, termine sacándola de un ángulo o de una manera en la que se pierda la idea y el objeto central.


































Imágenes que seleccioné para la preentrega: