jueves, 7 de junio de 2007

Iluminando (¿?)

“(…) siempre me place dormir con algún sonido proveniente de mi mismo cuarto, durante la noche. Ya sean las paletas del ventilador o el sonido del ventiladorcito del CPU de la computadora (que muchas veces dejo prendida durante la noche), y en este caso quería que fuese el televisor. Quizás todo esto sea porque los sonidos de mi habitación evitan que alcance a oír muchos de los sonidos prevenientes desde el exterior, los cuales inevitablemente comienzo a escuchar al estar acostado.”

Fragmento de texto publicado por Gastón en su blog.

Necesita ruido para no escuchar. Lo perturba escuchar. Le molesta saber lo que realmente está pasando, por lo que se crea una pared (auditiva).
Carga esa pared consigo, se adueñó de ella. Se inventó sonidos protectores que ahora se volvieron su cápsula personal.


Me quedó resonando una parte del comentario que dejó Diana: “habla sólo por costumbre y para estar cómodo”. Y así lo veo: habla por costumbre, como come y como duerme, pero sin decir lo que quiere realmente, o como quiere decirlo. Es parte de esa cápsula, que no me deja entrar pero que tampoco lo deja salir.
La pared no va a desaparecer así como así, pero capaz se le pueden hacer aunque sea hacerle algunos agujeritos. No mostrar, sino solamente dejar ver. Apagarle el televisor, el ventilador y la computadora, y que escuche. Y que reaccione. Al silencio.





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